HISTORIA

LOS ORÍGENES DE LA CASA

"ACEPTE SOLO LA PERFECCIÓN, SOLO FABRIQUE RELOJES DE LA CALIDAD MÁS ALTA."

Fiel a su lema, que hoy se ha convertido en el lema de la Casa, la familia Baume sentó las bases de una empresa familiar que acabaría convirtiéndose en Baume & Mercier. Todo comenzó en 1830, cuando Louis Joseph Baume abrió un mostrador de relojería en Les Bois, un pueblo del cantón de Berna, en el Jura suizo. Cuatro años después, sus hijos, Louis-Victor y Célestin Baume, registraron el negocio con el nombre de "Frères Baume, la Famille Louis Joseph". Su entusiasmo y sus habilidades contribuyeron en el desarrollo rápido de la empresa - y de la relojería en un sentido más amplio - a través de la creación de piezas excepcionales con innovaciones de vanguardia.

baume et mercier heritage

Watchmaking counter, Les Bois, Swiss Jura

1840 - EXPANSIÓN INTERNACIONAL

Los hermanos Baume abrieron una sucursal en Londres, lo que permitió a la marca expandirse por todo el Imperio Británico y los mercados de Extremo Oriente, como India, Australia y Nueva Zelanda. En aquella época, Inglaterra prestaba especial atención a la cronometría, ya que la medición exacta del tiempo proporcionaba una precisión estratégica en las operaciones marítimas tanto comerciales como militares. Esta elección pionera, reflejo del espíritu de la Casa, le permitirá a Baume & Mercier adquirir renombre por su savoir-faire relojero.

1851 - INTRODUCCIÓN DEL CALIBRE LÉPINE EN EL JURA

La empresa Baume fue pionera en la introducción del calibre Lépine en el Jura. Esta nueva estructura de movimiento mejoró profundamente la fiabilidad, solidez y apariencia de los relojes. Rápidamente se generalizó, teniendo un impacto considerable en la prosperidad de la empresa, aunque la fabricación del nuevo movimiento requirió modificaciones en sus métodos de producción.

OBSERVATORIO DE KEW

A finales del siglo XIX, la Casa triunfó en los concursos de cronometría más exigentes, incluido el más prestigioso de ellos: el del Observatorio de Kew, en Inglaterra. La primera vez que participó en el concurso Kew Teddington, en 1885, tres de sus relojes fabricados en Suiza quedaron entre los siete primeros. Al año siguiente, cuatro de sus relojes fueron premiados. En 1887, la empresa logró la puntuación más alta del concurso (85,1 puntos sobre 100) con un cronógrafo ratrapante. En 1892, su cronómetro sin llave con escape de tourbillon arrasó, logrando una puntuación total de 91,9 puntos. Esto estableció un récord histórico que sólo se batió una década más tarde, en 1903.

RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL

De 1860 a 1910, la Casa Baume participó en las Ferias Mundiales de París, Londres y Ginebra, donde ganó diez Grands Prix y cinco medallas de oro. Estos premios reconocen los productos más innovadores y de mayor calidad de sus años respectivos.


AÑOS 20-30: LOS PRIMEROS AÑOS DE LA CASA

UN ENCUENTRO FORTUITO

El destino de la Casa, y su visión relojera, dieron un giro decisivo en 1918, cuando William Baume - un relojero vanguardista, ingenioso y con talento - unió sus fuerzas a Paul Mercier: un esteta cosmopolita de maneras aristocráticas, un visionario vinculado al mundo del arte y un hábil hombre de negocios. Al conocerse en 1912, los dos hombres entablaron inmediatamente una amistad y un compañerismo complementarios. El 27 de agosto de 1920, fundaron "Baume & Mercier" en Ginebra, iniciando un diálogo entre la experiencia relojera y la pasión por el diseño que se transmitiría a lo largo de décadas y colecciones sucesivas. El pragmatismo de uno se equilibra con la sensibilidad artística del otro, haciendo hincapié en la estética a través de relojes ultraplanos para hombre y relojes joya para mujer.

baume et mercier heritage

William Baume and Paul Mercier

EL SELLO DE CALIDAD

Nada más fundar Baume & Mercier, William y Paul orientaron su producción hacia los relojes de alta gama con encanto contemporáneo. Aunque la Marca se registró en 1920, el Departamento de Comercio e Industria de la República y Cantón de Ginebra emitió un certificado el 10 de marzo de 1921 que atestiguaba que Baume & Mercier ocupaba el primer lugar por el número de piezas selladas en la Oficina Oficial del Estado durante el año 1920.

ÉXITO DE LOS RELOJES DE JOYERÍA Y DE LOS RELOJES ULTRADELGADOS

En julio de 1920, los relojes Baume & Mercier obtuvieron un gran éxito en la feria relojera de Ginebra, provocando reacciones entusiastas por parte de la prensa. Un periodista declaró: "Debemos destacar la exposición de relojes joya de 6 líneas y relojes ultraplanos de los Sres. Baume y Mercier de Ginebra, Granges y Bienne. Su Casa ofrece una notable gama de exquisitos movimientos y pequeños calibres". 


LOS AÑOS 40 - 60: AÑOS TÉCNICOS Y ESTÉTICOS

EL LEGADO DE WILLIAM BAUME Y PAUL MERCIER SIGUE ADELANTE

En 1935, William Baume se retiró de la Casa por motivos de salud, y Paul Mercier concluyó su carrera dos años más tarde, en 1937. Sin embargo, el legado de William y Paul fue continuado por dos caras nuevas en la Casa, Ernesto Ponti y Constantin de Gorski. Ernesto Ponti, joyero piamontés, se dedicó al diseño de relojes preciosos con el apoyo de las numerosas sucursales de Ponti y Gennari en Lyon, Ginebra y Zúrich. Constantin de Gorski era un brillante intelectual y amante del arte que criaba caballos de carreras y organizaba espectaculares recepciones como miembro de la sociedad de cafés de Ginebra. Aunque nunca llegaría a ser director de Baume & Mercier, desempeñó un papel fundamental en el desarrollo de la empresa como presidente.