CALIDAD
La casa Baume & Mercier perpetúa con maestría un saber hacer de 190 años. Esta maestría se basa en el principio del établissage, esto es, el dominio en el seno de la empresa de todas y cada una de las etapas de fabricación de un reloj, incluido el ensamblado de sus elementos. Es un modus operandi que distingue a la casa y denota la excelencia que ofrece a sus clientes, pues garantiza una alta calidad.
Esta vocación histórica de buscar la exquisitez en la factura se traduce en la concepción de productos que se diseñan en la sede de la casa, ubicada en Ginebra, y que luego cobran forma en el taller de établissage, situado en el Jura suizo, concretamente en la localidad de Les Brenets. La producción de relojes está centralizada en Suiza. Rodearse de los mejores para asegurar la máxima garantía de calidad y el respeto de la tradición: en esta elección deliberada reside la fuerza de Baume & Mercier desde su nacimiento.
DISEÑO Y DESARROLLO
Cada uno de nuestros relojes nace de la pasión de los maestros relojeros y del deseo de innovar, que se refleja en miles de croquis, cientos de horas de modelización y años de desarrollo. Todo el arte del estudio creativo reside en buscar un equilibrio perfecto entre el respeto de las aspiraciones artísticas y las posibilidades de realización técnica, que están a cargo de los ingenieros del departamento de desarrollo.
CONTROLES
Los calibres y las cajas ensambladas se someten a controles muy estrictos para asegurar que cada reloj funcione tal y como se ha previsto en el pliego de condiciones establecido por Baume & Mercier. Por un lado, los relojes mecánicos giran en una caja rotora para cargarse y poner a prueba tanto su precisión como la reserva de marcha de su movimiento, y por otro las funciones se someten a control: puesta en hora, salto de fecha, función cronógrafo o cualquier otro tipo de complicación.